ABRAZAR UN ÁRBOL RE-EQUILIBRA NUESTRAS ENERGÍAS
Los árboles nos proporcionan de TODO…Transforma el Co2 ,nos proporcionan alimento…madera…etc., pero también nos proporciona algo que de lo que no todo el mundo es conocedor….Energía Limpia
El 50% de la población vive en ciudades debido a esto y al sistema de vida actual…Las ciudades son grandes focos de CONTAMINACIÓN…y eso es algo que no creo que se le escape a nadie…Contaminación: Ambiental, Acústica, Lumínica, Electromagnética
La suma de todo esto más el ritmo trepidante de la ciudad, provocan estrés en nuestro organismo…un desequilibrio que de no ser recalibrado puede degenerar en enfermedades de distinta índole.
Se calcula que entre el 10% y el 15% de la población del primer mundo sufre intoxicación por metales y tiene alguna de las enfermedades o síntomas que ello provoca.
Pues bien…La naturaleza, las plantas, los ríos, las montañas…RE-EQUILIBRAN nuestro cuerpo contrarrestando el bombardeo de “energías sucias “o contaminantes, sustituyéndola por una energía limpia…es la mejor terapia que puedes hacer para no seguir contaminándote con fármacos que se acumulan en tu organismo.
La NATURALEZA es el hábitat natural del ser humano, no son las ciudades sino el campo, el medio donde ha evolucionado el hombre durante siglos. La globalización, el actual sistema capitalista y la idea del falso bienestar nos han llevado durante años a abandonar nuestro hábitat natural, por una falsa sensación de confort que ha hecho que el hombre (como especie), se deteriore física y mentalmente.
Ya hecho un urbanita solo queda luchar por tener en nuestras ciudades energías más limpias y mentalizarnos de que lo importante es la evolución positiva, esta evolución no es más que la que nos permite vivir en el planeta de una forma sostenible, sin degenerar a la tierra,respetándola y creando ciclos como los de la naturaleza.
Al igual que una hoja se cae, y se descompone y sirve de abono y que un árbol crea semillas que el viento transporta y se crea otro árbol. Al igual que el agua cae de las nubes, llega a los ríos y se evapora con el sol creando otras nubes, el ser humano ha de ser capaz de crear métodos de vida donde no se destruya, sino simplemente se transforme.
Mientras tanto, al menos, deberíamos de tratar de en nuestros días de descanso escaparnos al campo, es la mejor manera de poder aguantar toda la semana en la ciudad.
ABRAZA A UN ÁRBOL
Se dice que antiguamente, algunos de nuestros antepasados, buscaban un árbol en un paisaje solitario, para abrazarse, inconscientemente para descargar todos los problemas y angustias que soportaban; también para descargar ciertas dolencias o enfermedades y poder renovarse de energía nueva.
En esos momentos la persona no pensaba que el árbol fuera un ser inerte, sino que podía sentir la vida y la fuerza del árbol, y la energía benéfica que irradiaba de él.
Cada vez más naturópatas y médicos alternativos recomiendan la terapia de abrazar un árbol.
Cuando la persona se abraza al árbol entra en una comunión más directa con la Naturaleza. Mediante las raíces del árbol nos conectamos con la tierra, y mediante las ramas del árbol nos conectamos con el Cielo.
Somos seres eléctricos, como pilas alcalinas; al abrazar el árbol, en términos eléctricos, hacemos “masa” con tierra, a través de las raíces del árbol, descargando toda la mala energía que nos envuelve; y el árbol a su vez nos recarga de energía limpia y renovada.
Si fotografiamos un árbol con una cámara kirlian, esos artefactos que se usan para ver el aura, observaremos que el árbol, y la planta, tienen un aura de energía vital, al igual que los seres humanos. Esa energía del árbol es invisible a nuestros ojos, pero con la técnica kirlian por ejemplo, se visualiza y se confirma. Pues el árbol es un ser que está vivo y que respira.
Es bueno también hacer descansar un rato nuestra espalda contra el árbol, para que la renovación de energía afecte también a la espina dorsal y a nuestro sistema nervioso central.
El árbol siente el sol, siente la noche, siente la lluvia, siente el viento, siente el calor y el frío, y siente a los pájaros que se cobijan bajo sus ramas. ¿Cómo no nos va a sentir a nosotros?…
El árbol se encuentra emitiendo energía permanentemente, de la cual podemos beneficiarnos.
Las palmas de las manos son unos receptores naturales magníficos de energía.
Para tocar el árbol, la técnica más correcta y sencilla es la de seguir con nuestras manos los dibujos y rugosidades de la corteza del árbol, en el sentido que se presentan.
Nosotros no vamos a afectar negativamente al árbol, ni el árbol va a enfermar por nuestra causa, ya que como he dicho anteriormente, el árbol hace masa y descarga todas las malas energías acumuladas en tierra.
Así que no te sientas ridículo, ni te de vergüenza, la naturaleza y todo lo que la compone, son seres vivos, aunque no puedan hablarnos y como tal tienen energía, así que benefíciate de ella. Te sentirás bien y aprenderás a quererla.
www.planetagea.com
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